jueves, 22 de junio de 2017

La llamada de los bosques

En homenaje a Jack London, a la serie de comic Trent y sobre todo a James O. Curwood, aquí están las aventuras del gran norte. Adentrándose en los espesos bosques canadienses está el teniente David Harrigan de la Policía Montada de Canadá:



A Harrigan le han ordenado patrullar por los bosques de Manitoba. Como Australia, el interior de Canadá está poco explorado y pocos colonos se aventuran más allá de Winnipeg.




Harrigan sabe de los peligros con los que puede encontrarse. Lleva su revólver y su rifle reglamentarios por lo que pueda hallar. O por los que puedan hallarle a él...







Un alto en el camino para comer. Harrigan intenta hacer un fuego pequeño. No es de noche y el fuego no atraerá a los lobos, pero el teniente sabe el peligro que puede suponer para el bosque.





De pronto, Harrigan escucha un ruido entre los árboles. Rápidamente, coge el rifle. Es una pena que no pueda coger el rifle de frente con las dos manos, habría quedado genial.





Con sangre fría, Harrigan apunta hacia delante. Ante él aparece un viejo indio. Es Zorro Gris, de los crees. Harrigan sabe de las costumbres indias de apartar a los más ancianos. Zorro Gris debe estar vagabundeando sin duda.


El indio hace un gesto con su mano. Harrigan hace lo mismo y baja el rifle. Zorro Gris desmonta y sonríe al teniente indicando que le ha atraído el humo. Me encantan los caballos indios desde muy pequeño.



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