lunes, 2 de octubre de 2017

¿Sabía Colón a dónde iba?


   Aquí tenemos a Colón sobre el puente de la Santa María, la nao capitana de la expedición. Cierto es que por aquel entonces aquellas rudimentarias naves todavía tenían el timón en el interior, pero no he encontrado mejor escenario que el barco pirata, el clásico. El traje que viste es el del Durero, mucho más práctico y cómodo para los envites de la mar en este peligroso viaje a lo desconocido.




    Colón indica el rumbo sur-suroeste a Juan de la Cosa, propietario de la Santa María, y a quien no le hace mucha gracia ser mandado por este marino genovés. Colón está convencido de que llegará a las Indias siguiendo esa dirección, pasadas las islas Canarias ¿Por qué?




      Si Colón sabía que la distancia calculada por los geógrafos entre la Península Ibérica y las Indias era de 252000 estadios, es decir, unos 46620000 metros, ¿por qué estaba tan seguro de que los sabios estaban equivocados desde la Antigüedad? Solo puede haber una respuesta: Colón sabía a dónde iba. Es decir, sabía de la existencia de tierra al otro lado del Atlántico y para él esa tierra era Asia (jamás se convenció de que lo que había descubierto no era sino un nuevo continente).
      ¿Cómo supo Colón de dicha cercanía de aquellas tierras? Hay varias propuestas:

  • Se sabe que Colón estudió y defendió las tesis y mapas de Paolo Toscanelli, geógrafo italiano que sostenía que era posible viajar a Asia por el oeste y que Cipango (Japón) se encontraba muy cerca de la Península Ibérica. Toscanelli tuvo que escuchar relatos de marinos para llegar a esa conclusión.
  • Es muy posible que el propio Colón hubiese escuchado también relatos de navegantes que se aventuraron hacia Occidente arrastrados por las olas y divisasen tierra. Eslava Galán recoge testimonios de algunos de estos navegantes que se aventuraron desde Irlanda, Azores, Canarias o Madeira. Se habla incluso de una "África de poniente", que era conocida por algunos marinos. Se cuenta incluso también que un navegante castellano la había descubierto ya antes que Colón y que llegó a informar a Enrique IV de su existencia, pero el rey Impotente no debió prestarle mucha atención. Algunos hablaron de troncos decorados que llegaron a la deriva, de la isla de Antilia y de un "mar en el mar" (¿el mar de los Sargazos?)
  • Además de estos relatos, Colón tuvo seguramente acceso a los mapas de su suegro portugués, que había navegado al servicio de la Corona de Portugal abriendo nuevas rutas hacia el sur.
  • La cuarta hipótesis habla de una expedición luso-danesa que tuvo lugar en 1477 para buscar una ruta a las Indias por el norte. Fue ordenada por el rey Alfonso V de Portugal y el rey Cristian I de Dinamarca. La expedición no pasó de Islandia. Algunos autores defienden que Colón pudo haber participado en ella y haber divisado unas mareas y más allá tierra ¿América?  Esta hipótesis es bastante interesante, más que nada por su carga aventurera y la idea de que en aquel tiempo dos reinos tan alejados entre sí hubiesen acordado una expedición conjunta a otro lugar tan lejano a su vez. Según Bartolomé de las Casas, que creía en la veracidad de la participación de Colón, afirmaba que éste recorrió 100 leguas "ultra Thule". 



         Ante esto se presentan a su vez varias cuestiones:
               -En primer lugar, comprobar cómo a finales del siglo XV todavía se hablaba de Thule como                  una tierra lejana en el norte ¿Islandia? ¿Noruega? ¿Las islas Feroe?
               -"Ultra Thule" puede referirse hacia el oeste. Si tomamos la posibilidad de que se trata de                     Islandia, la costa americana (canadiense) se encuentra a 4474 km de este país y no a 100                      leguas (unos 480 km). Además, entre medias se encuentra Groenlandia ¿Se refería Colón a                  Groenlandia?

  • La última hipótesis ha cobrado más seguidores. Es la del proto-nauta o pre-nauta: Alonso Sánchez de Huelva, nombre hipotético. Parece ser que este personaje habría llegado hasta las costas de América y que naufragó a su regreso en la isla de Porto Santo, en Madeira, donde residía Colón por aquel entonces. Alonso habría comunicado a Colón el relato de su viaje antes de morir.






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